domingo, 7 de septiembre de 2008

Contaminación de la Atmósfera por las Máquinas de Barcos

Más del 90% de comercio mundial es transportado a bordo de buques utilizando para ello gran cantidad de energía, que es obtenida hoy, de forma casi exclusiva, a través de los combustibles fósiles derivados del petróleo.

El uso de estos combustibles en los Motores produce una serie de emisiones como producto de la combustión:
Dióxido de carbono (CO2)
Óxido de Nitrógeno (NOx)
Óxido Sulfúrico (SOx)
Materia en suspensión (MS) (Son emisiones que pueden verse a simple vista como el hollín, restos de combustible no quemado y vapor de agua).

Los contaminantes de la atmósfera anteriormente descriptos los podemos dividir en dos partes con características diferentes.

Por un lado el óxido de nitrógeno, el óxido sulfúrico y la materia en suspensión, y por otro lado el dióxido de carbono.

Desde hace años hay una gran preocupación acerca de la llamada lluvia ácida causada por los niveles relativamente altos de azufre en los combustibles usados para fines industriales. Cuando el azufre es quemado se vincula con el oxígeno para formar Óxido de Azufre, y éste, cuando entra en contacto con el agua existente en la atmósfera en forma de humedad o lluvia, forma Ácido Sulfúrico.

La lluvia ácida es causa de deforestación, erosión de edificios construidos en piedra caliza y tiene un efecto negativo sobre la salud humana. El SOx en particular, juega un papel fundamental en la creación de las materias en suspensión (MS), que es considerada causante de una serie de problemas respiratorios y cardiovasculares.

El contenido natural de azufre en el crudo varía de acuerdo en qué región del mundo se extraiga, no obstante, los productos con alto niveles de azufre pueden ser rebajados mediante procesos de refinado (hoy, el precio de los destilados es de entre un 50% y un 75% más caros que el HFO) o mediante su mezcla con otros combustibles de bajo contenido de azufre.

A tener en cuenta en los procesos de destilados, es que el cambio necesario en la industria petrolera para producir los destilados necesarios para proveer al sector marítimo determinaría la emisión a la atmósfera por parte de las plantas de destilado de un 11% más de CO2.

A diferencia de los gases de efecto invernadero que tienen una vida aproximada de un siglo, los SOx son un problema localizado, que afecta únicamente hasta cierta distancia de la fuente de emisión, que depende de factores como la altura de la chimenea, la velocidad y la dirección del viento y la humedad del aire y sus efectos, más o menos nocivos dependen de la naturaleza ácida o básica del terreno y tienen una vida relativamente corta (días) y pueden ser considerados como un problema local o regional.

Una nueva tecnología para la reducción de estas emisiones ha sido desarrollada por la compañía Krystallon. El lavado de los gases de escape de los buques mediante un sistema instalado en la chimenea usa la química natural del agua de mar para quitar prácticamente todo el óxido de azufre (SOx), así como para reducir considerablemente emisiones de materias particulares. El carbonato de calcio que contiene el agua de mar convierte los óxidos de azufre en sulfatos y sales neutras.

Con referencia al dióxido de carbono (CO2), sabemos que el calentamiento de la atmósfera es el principal desafío medioambiental que hoy afronta la humanidad a nivel mundial. Ninguna población es ajena al problema y a sus consecuencias.

Los dos gases responsables del fenómeno llamado "Efecto Invernadero" son el anhídrido carbónico (CO2) y el metano (CH4).

Como ya dijimos, en el caso del dióxido de carbono, ocurre debido mayormente al uso de combustibles fósiles (petróleo y carbón) como fuente de energía. Lo ideal sería que se pudieran utilizar combustibles alternativos que sean capaces de reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.

Si tenemos en cuenta nuestro sector, según la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España (AINE), un buque mercante evita el tráfico de unos 25.000 camiones circulando por carretera al año y supone que se emiten entre 75.00 y 100.000 toneladas menos de CO2 a la atmósfera; por cada Tonelada x Km transportada por mar se emiten 10 veces menos de CO2 que por tierra.

La carretera genera más del 80% de estas emisiones, mientras que el transporte marítimo se mantiene en este campo como el modo menos contaminante: 0,479 g/(txkm) de CO2 por carretera, frente a 0,036 por buque, es decir 13 veces menos. Algo parecido se puede afirmar de las emisiones a la atmósfera de óxidos de nitrógeno (NOx): del total de emisiones en la Unión Europea, el 51% procede de los vehículos por carretera y solo el 12% de los otros medios de transporte.
Norberto Sánchez

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