Los materiales utilizados en la construcción de las hélices de los barcos, pueden ser de muchos tipos, entre ellos, de aluminio, acero inoxidable, aleaciones de bronce, pero actualmente la construcción naval necesita incorporar los avances precisos en campos como tecnologías de producción, materiales avanzados y sus procesos.
La hélice marina tiene un rendimiento próximo al 50%. Esto quiere decir que el 50% de la energía del motor propulsor no se utiliza en impulsar el barco, sino que se disipa en forma de pérdidas por fricción de las palas de la hélice con el agua.
Por lo que cualquier mejora en el rendimiento de una hélice, aunque porcentualmente sea pequeña, aporta un gran beneficio para el buque y su explotación.
Hélices de barcos en fibra de carbono o composite
En embarcaciones pequeñas, Volvo Penta utiliza una nueva hélice de material composite, que ofrece numerosas ventajas. Se fabrican con un material compuesto, principalmente por fibra de vidrio y nylon, que tiene una gran resistencia (entre un 10 y un 15% mayor que el aluminio proporcionando prestaciones equivalentes).
Las palas están diseñadas para absorber la energía generada por un impacto.
Gracias al material compuesto, no se corroen ni fomentan la corrosión galvánica en la embarcación ni en la cola.
En la industria pesquera la competencia internacional y la escasez de los recursos marinos aconsejan la necesidad de llevar a cabo, de manera más acusada, planes de investigación y desarrollo, con el fin de mejorar la competitividad.
El objetivo fundamental perseguido es fabricar hélices en fibra de carbono a precios competitivos destinadas a barcos de pesca.
Este proyecto persigue la aplicación de tecnologías avanzadas en el diseño de sistemas de propulsión para buques de pesca, con mejoras técnicas sustanciales que afectan al ahorro energético, junto a otras importantes ventajas, como la reducción de ruidos y vibraciones, gracias a la incorporación de nuevos materiales en la construcción naval.
Los objetivos técnicos se centran en la reducción del coeficiente de fricción de la hélice y el aumento de su rendimiento, que se traduce en un considerable efecto beneficioso para el buque y su explotación. La reducción de las vibraciones en la hélice y el eje de trasmisión aumenta la capacidad de pesca, en la medida que el ruido favorece la huida de los bancos de peces.
La hélice, construida en materiales compuestos de alta tecnología, tendrá una superficie lisa, mate, que se mantendrá así a lo largo de su vida operativa, pues la incidencia de la cavitación será nula, al tratarse de un material plástico.
En resumen, las ventajas de una Hélice de Fibra de Carbono o Composite sobre las Hélices Metálicas tradicionales en aleaciones de bronce-aluminio son:
Reducción de peso: Entre un 50 y un 70%.
Reducción de ruidos y vibraciones: El mejor amortiguamiento elástico de la Fibra de Carbono permite reducir en gran parte el componente de ruido estructural, evitando aspectos no deseado como el silbido (singing) de la Hélice.
Se pueden conseguir mejoras en torno a los 5 dB.
Ahorro energético: Alrededor del 5% de Ahorro de combustible, derivado de la mejor eficiencia hidrodinámica y del menor peso.
Eliminación de brillos y destellos: El color negro de la Fibra de Carbono consigue este efecto, determinante de cara a la mejora de las capturas.
Aumento del confort de la tripulación.
La aplicación de los composites de alta tecnología en el campo naval está aún por desarrollarse, lo que la sitúa en cabeza de las posibilidades de mejora.
La hélice marina tiene un rendimiento próximo al 50%. Esto quiere decir que el 50% de la energía del motor propulsor no se utiliza en impulsar el barco, sino que se disipa en forma de pérdidas por fricción de las palas de la hélice con el agua.
Por lo que cualquier mejora en el rendimiento de una hélice, aunque porcentualmente sea pequeña, aporta un gran beneficio para el buque y su explotación.
Hélices de barcos en fibra de carbono o composite
En embarcaciones pequeñas, Volvo Penta utiliza una nueva hélice de material composite, que ofrece numerosas ventajas. Se fabrican con un material compuesto, principalmente por fibra de vidrio y nylon, que tiene una gran resistencia (entre un 10 y un 15% mayor que el aluminio proporcionando prestaciones equivalentes).
Las palas están diseñadas para absorber la energía generada por un impacto.
Gracias al material compuesto, no se corroen ni fomentan la corrosión galvánica en la embarcación ni en la cola.
En la industria pesquera la competencia internacional y la escasez de los recursos marinos aconsejan la necesidad de llevar a cabo, de manera más acusada, planes de investigación y desarrollo, con el fin de mejorar la competitividad.
El objetivo fundamental perseguido es fabricar hélices en fibra de carbono a precios competitivos destinadas a barcos de pesca.
Este proyecto persigue la aplicación de tecnologías avanzadas en el diseño de sistemas de propulsión para buques de pesca, con mejoras técnicas sustanciales que afectan al ahorro energético, junto a otras importantes ventajas, como la reducción de ruidos y vibraciones, gracias a la incorporación de nuevos materiales en la construcción naval.
Los objetivos técnicos se centran en la reducción del coeficiente de fricción de la hélice y el aumento de su rendimiento, que se traduce en un considerable efecto beneficioso para el buque y su explotación. La reducción de las vibraciones en la hélice y el eje de trasmisión aumenta la capacidad de pesca, en la medida que el ruido favorece la huida de los bancos de peces.
La hélice, construida en materiales compuestos de alta tecnología, tendrá una superficie lisa, mate, que se mantendrá así a lo largo de su vida operativa, pues la incidencia de la cavitación será nula, al tratarse de un material plástico.
En resumen, las ventajas de una Hélice de Fibra de Carbono o Composite sobre las Hélices Metálicas tradicionales en aleaciones de bronce-aluminio son:
Reducción de peso: Entre un 50 y un 70%.
Reducción de ruidos y vibraciones: El mejor amortiguamiento elástico de la Fibra de Carbono permite reducir en gran parte el componente de ruido estructural, evitando aspectos no deseado como el silbido (singing) de la Hélice.
Se pueden conseguir mejoras en torno a los 5 dB.
Ahorro energético: Alrededor del 5% de Ahorro de combustible, derivado de la mejor eficiencia hidrodinámica y del menor peso.
Eliminación de brillos y destellos: El color negro de la Fibra de Carbono consigue este efecto, determinante de cara a la mejora de las capturas.
Aumento del confort de la tripulación.
La aplicación de los composites de alta tecnología en el campo naval está aún por desarrollarse, lo que la sitúa en cabeza de las posibilidades de mejora.
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