domingo, 28 de junio de 2009

Reflexiones sobre Lubricación, Aceites y Aditivos

Como cuando vamos al médico, después de un análisis de sangre, y nos encuentra algún problema de salud, pensamos solucionarlo tomando un remedio; pero el médico nos indica que tendremos que cambiar el estilo de vida. Así, Jim Fitch (Noria Corp.) reflexiona sobre Lubricación, Aceites y Aditivos.

Esos aditivos no existen
Jim Fitch
(Noria Corp.)

Me temo que les tengo malas noticias… Y no, no es sobre la economía. Es sobre lo que algunas veces llamo ‘aditivos imaginarios’. Estos son aditivos que existen en la cabeza de algunos profesionales de la lubricación, pero que no existen físicamente en el mundo real. Esos aditivos parecen dar consuelo a aquellos que está comprometidos con una lubricación negligente, pero para aquellos que pagan las cuentas por la no confiabilidad de las maquinarias, es un tormento.

Por muy buenos que sean los lubricantes modernos, nunca serán un remedio milagroso tratándose de malas prácticas de lubricación. En cambio, los aditivos auténticos pueden ser verdaderos solucionadores de problemas, que incrementen el desempeño y la confiabilidad de la máquina y el lubricante. Así que hay una diferencia entre lo real y lo imaginario. Y quiero que conozcan esas diferencias. En este artículo listaré esos aditivos imaginarios y aclararé los muchos conceptos erróneos que dominan la comunidad de la lubricación.

Odio ser un destructor de mitos, pero la realidad es la realidad, así que comencemos.

Antisuciedad.
El único remedio para un aceite sucio es pasarlo a través de un filtro o cambiarlo. Sin embargo, es mejor, en primer lugar, no tener suciedad en el aceite (a través de la exclusión rutinaria de los contaminantes). No se imaginen que su lubricante formulado incluirá algún aditivo virulento para curarla suciedad. A la suciedad no le importa lo sofisticado de la química de su lubricante. Sin importar si su lubricante proviene de una trastienda o de un laboratorio de la era espacial, la suciedad no tendrá ningún reparo en cortar, causar abrasión, hacer incisiones y rayar las superficies de su maquinaria.

Corrector de aceite equivocado.
Los lubricantes y sus aditivos no se ajustan automáticamente al medio ambiente y a las necesidades de la máquina en la cual son colocados. Por alguna razón, hay en el mercado miles de fórmulas diferentes de lubricantes. No son iguales y no se desempeñan por igual, de ahí que los usuarios no recibirán los mismos beneficios. La lubricación de precisión es precisamente eso: seleccionar el lubricante correcto para cada máquina en particular, y asegurarse de usar siempre el mismo lubricante y sustituirlo antes
de que su vida útil termine.

Exterminador de agua.
El agua es como una maldición diabólica para el lubricante y la maquinaria. Acelera el desgaste, la corrosión, el crecimiento microbial, la fricción, la degradación de los aditivos, la aireación,
la formación de barniz, la oxidación y… bueno, la lista sigue y sigue. Más allá de la capacidad limitada de los inhibidores de herrumbre, los aditivos no pueden detener
la penetración y el daño ejercido por el agua. Sólo controlando su ingreso y dispersión en nuestros lubricantes se pueden solucionar estos problemas.

Analgésico para falta de aceite.
A pesar de las afirmaciones de algunos comerciales de televisión de media noche, los aditivos no son la solución para un bajo nivel de aceite o para la falta de relleno del mismo. Los lubricantes realizan muchas funciones más allá de simplemente controlar la fricción y el desgaste. Por lo tanto, necesitan estar presentes como una formulación en su totalidad, no simplemente como residuos de algunos químicos adheridos a las superficies de nuestras máquinas.

Pacificador de barniz y lodo.
El barniz y el lodo se producen de muchas maneras por la degradación del aceite. Una vez que se infiltran en el lubricante
y se depositan en las superficies de la máquina, no hay una solución fácil para erradicarlos sólo con un cambio de aceite o un lavado de la máquina. Los aditivos
pueden ayudar a retardar la formación de los precursores de lodo y barniz, pero harán muy poco para aplacar el daño una vez que se han formado.

Neutralizador de glicol.
El etilén glicol se mezcla con agua y se utiliza como refrigerante en una gran cantidad de máquinas. Cuando se le permite invadir el
lubricante, se convierte en un duro contaminante que puede causar estragos de muchas maneras. Lamentablemente, pensar que hay aditivos que puedan neutralizar los efectos de una contaminación con glicol, es pura fantasía. Alrededor del 10% de todos los lubricantes para motor diesel en servicio, tienen trazas de contaminación con glicol. Muchos de ellos se encuentran severamente contaminados.

Exterminador de hollín.
Los aditivos pueden dispersar el hollín, pero éste no puede ser fácilmente eliminado. Aun estando disperso, el hollín provoca desgaste
cuando la película de aceite se contrae, tal y como sucede en los contactos de los lóbulos/seguidores de levas y en el área posterior del anillo sobre las paredes de los cilindros en motores diesel. El hollín puede arrasar con importantes aditivos polares del aceite, removiéndolos prematuramente, de tal manera
que ya no pueden realizar su trabajo.

Elixir contra sobreengrasado.
Una de las causas raíz más comunes de fallas de rodamientos, es el sobreengrasado. Esta práctica daña los sellos y escudos, y provoca un incremento no controlado de temperatura, la cual acelera el desgaste y la degradación del lubricante. Ningún aditivo tiene la capacidad de trabajar como un elixir mágico bajo tales condiciones de perturbación.

Conclusión
La confiabilidad emerge de la óptima combinación entre la calidad del lubricante y la mejor práctica de lubricación. No gaste mucho dinero en lubricantes Premium esperando gastar menos en lubricación.

Este es un falso ahorro. No hay un sustituto para una inspección diligente, para un análisis de aceite frecuente y concienzudo, y para prácticas bien implementadas
(y bien diseñadas) de lubricación.

No cabe duda, la tecnología actual de los aditivos puede servir como un proveedor de soluciones en una amplia gama de problemas potenciales que con frecuencia atacan a la maquinaria. Sin embargo, no puede considerarse como la cura milagrosa para otros muchos males.

Los profesionales necesitan de un arsenal de herramientas y habilidades para conseguir los resultados deseados de confiabilidad. Comience con adiestramiento y siga después con una estructura programática y procedimientos.

Desarrolle una cultura de excelencia en lubricación.

Y recuerde, la confiabilidad es responsabilidad de todos.



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