La demanda de gas impulsa las megaplantas flotantes. La compañía Royal Dutch
Shell PLC y el proyecto Prelude FLNG.
La exploración de crudo y gas cada vez se adentra y
sumerge más en las profundidades de los océanos donde hay grandes reservas de
gas natural, algunas de las cuales se encuentran a cientos de kilómetros de
distancia de tierra firme. Acceder a este gas ha sido casi imposible, hasta
ahora.
En la
actualidad, una vez que se ha perforado un pozo, el gas tiene que ser enviado
por gasoductos submarinos a un complejo en tierra para ser licuado y luego transportado
por buques metaneros.
Una FLNG
acortaría este proceso y ahorraría costos: el gas natural licuado (GNL) sería
cargado en un buque metanero en medio del mar para ser despachado a sus
mercados de destino.
El Prelude FLNG no es exactamente un barco
Según
informó la Shell, el "Prelude FLNG" (Unidad de Licuefacción y
Almacenamiento Flotante de Gas Natural Licuado (FLNG por sus siglas en inglés),
con sus 488 metros de eslora y 74 metros de manga, será una mega estructura
flotante que tendrá todo lo necesario para extraer y producir gas natural de
yacimientos submarinos hasta ahora inaccesibles o económicamente inviables de
producir.
Dicha producción podrá ser sometida a un
proceso "in situ" de licuefacción que reducirá 600 veces su volumen
para almacenarlo en estado líquido a presión atmosférica y a -161°C convertido
en GNL.
El concepto, sin embargo, no ha sido probado.
Las instalaciones de hidrocarburos en buques existen desde hace décadas, pero
estas plantas flotantes serán las primeras capaces de licuar gas a 160 grados
bajo cero en alta mar.
Al tener las facilidades de producción y licuefacción
flotando encima del yacimiento, ya no son necesarias las plataformas de
compresión ni los costosos gasoductos submarinos para transportar el gas a
tierra; tampoco se necesita la infraestructura en tierra. La tecnología FLNG es un “todo en uno” que
definitivamente cambiará el juego de la producción gasífera submarina.
La primera FLNG probablemente operará en la
costa colombiana en el primer trimestre de 2015, como parte de un proyecto
conjunto entre la estadounidense Excelerate Energy LP y la canadiense Pacific
Rubiales Energy Corp. La embarcación, que es construida en China por Wison
Group, tendrá capacidad para producir 500.000 toneladas de gas al año.
Pero el
proyecto del que más se habla es la FLNG llamada Prelude, liderado por la
anglo-holandesa Royal Dutch Shell PLC con socios que incluyen la japonesa Inpex
Corp., la estatal Korea Gas Corp. y la taiwanesa CPC Corp. Una vez finalizada su
construcción (algo previsto para el año 2017), será remolcado hasta los campos submarinos que están a 200
kilómetros de la costa noroeste de Australia.
El
proyecto está diseñado para producir el equivalente a 3.6 millones de toneladas
por año (MTPA) de GNL. Se supone que en ese sitio existen reservas suficientes como para mantener
ocupado al FLNG durante unos 25 años. Después, será remolcado hasta algún otro
sitio con reservas semejantes.
Esta es
la mejor alternativa para monetizar reservas gasíferas en sitios apartados
(stranded gas), donde no es económicamente viable la producción. El gas natural
producido será transportado a los mercados demandantes en buques metaneros.
La zona
donde va a trabajar se suele ver afectada por una temporada de ciclones cada año, desde noviembre hasta abril.
Por ello ha sido diseñado para soportar tales condiciones. Según los expertos,
la plataforma podrá soportar ciclones de categoría 5 e incluso una tormenta
excepcional con vientos de 300 km por hora y olas de 20 metros.
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